Paladar hendido: cuidados dentales
El paladar hendido es un defecto congénito con el que nacen algunos bebés y que se produce en la etapa de gestación. Es una hendidura o fisura en el paladar que puede aparecer de manera conjunta con el labio leporino, la hendidura en el labio superior.
Por suerte, en la actualidad ya es posible corregir esta situación mediante una sencilla intervención quirúrgica de un injerto óseo que se acompaña con cuidados dentales para asegurar una correcta salud bucodental.
¿Por qué se forma el paladar hendido?
No se conoce con certeza qué causa el paladar hendido, pero algunos autores aseguran que hay factores de riesgo en el embarazo que pueden ocasionarlo: fumar en la gestación o la diabetes antes de quedar embarazada son dos posibles causas.
Este problema afecta a la salud bucodental, pues se asocia a más riesgo de padecer enfermedades orales como las caries o las patologías periodontales. El paladar hendido y el labio leporino son detectables mediante ecografías convencionales, así que es aconsejable seguir un buen control del embarazo.
¿Cuáles son las consecuencias del paladar hendido?
Una afección de este tipo acaba causando problemas de funcionalidad oral, especialmente durante la infancia, pues no se forman de manera correcta los dientes de leche ni los definitivos.
Pueden aparecer menos dientes de los habituales y su alineamiento no es el correcto. Esto conlleva problemas de maloclusión y masticación. La solución pasa por la ortodoncia interceptiva, pero esta solo debe ser recomendada por un ortodoncista infantil.
Cuidados dentales básicos
En caso de que tu hijo desarrolle paladar hendido deberás acudir con él al odontopediatra cuanto antes. La primera visita al especialista es habitualmente al cumplir su primer año de vida, pero con esta afección se recomienda antes.
El especialista dental recomendará, atendiendo a la gravedad, una serie de cuidados que pasan por mantener una correcta higiene bucodental y la ortodoncia interceptiva y correctiva. La primera está pensada para producir cambios estructurales en el aparato bucodental cuando todavía es posible.
Una vez el pequeño cuente con la dentición definitiva, llega el momento de la ortodoncia correctiva, pudiendo acudir a brackets metálicos o estéticos, autoligables o bien ortodoncia invisible.
