¿Qué es el herpes labial?

Sufrir un herpes labial es algo muy común y que si no se trata a tiempo puede generar muchas molestias. Aparece con más frecuencia en verano, pero puede estar presente también en otras épocas del año. Al herpes labial se le conoce también como quemaduras.

¿Qué es esta afección?

El herpes labial es la infección causada por el virus del herpes simple en los labios, las encías o la boca. Su presencia se detecta por ampollas con fluidos que aparecen en la boca, la nariz o en la zona entre la boca y la barbilla. Su gravedad se multiplica cuando existe afección en las encías, la lengua, la faringe o las mejillas. En ocasiones también puede trasladarse hasta el cuello y algunas zonas de la cara.

Se calcula que aproximadamente el 85% de la población sufre brotes de este virus, entre dos y tres al año, siendo muy contagioso. La infección se traspasa mediante el contacto íntimo, a través del contacto directo con la zona infectada o compartiendo objetos de uso personal: cubiertos, máquinas de afeitar, toallas.

¿Qué ocurre en verano con el herpes labial?

El verano y los meses de más calor e incidencia de rayos de sol es el momento en el que más atención hay que prestar a esta afección. Los rayos ultravioleta provocan dolor más acusado y picazón en los labios en cuestión de horas. Con ello, las vesículas del herpes labial se transforman en úlceras y costras dolorosas. Por fortuna, se suelen curar en una semana o diez días.

La mejor forma de evitar el impacto pernicioso de los rayos solares es usar pantallas o protectores labiales con filtros que combatan la incidencia del sol. Esto no solo es importante en verano, también en momentos en los que practicamos actividades en la naturaleza, la montaña y la nieve, pues los rayos solares son más intensos.