Falsos mitos del blanqueamiento dental
El blanqueamiento dental es una técnica de higiene dental que consiste en aplicar tratamientos para ofrecer un aspecto más luminoso de los dientes. Se lleva a cabo en clínicas especializadas que consiguen devolver un aspecto estético más agradable a la dentadura.
Por lo general, este proceso requiere pasar por la consulta del profesional varias veces, y el número de ellas dependerá del método a utilizar, la gravedad de las manchas y la intensidad deseada.
Pero con este tema también existen muchas leyendas, siguen circulando algunos mitos del blanqueamiento dental que no son ciertos, como por ejemplo la idea de que los dientes se vuelven muy sensibles.
El blanqueamiento dental y la periodontitis
Otro de esos mitos del blanqueamiento dental es que los productos que se usan son incompatibles con enfermedades bucales como la periodontits. La realidad nuevamente desmonta esa idea, no existe ninguna relación entre someterse a estos tratamientos y enfrentarse con ello a más riesgo de sufrir periodontitis.
En este sentido, ni las técnicas utilizadas ni los productos aplicados causan desgaste en las piezas dentales ni en el esmalte y son completamente seguros.
Duración muy reducida
Una tercera idea falsa que hay que desmontar es la duración. Hay gente que alega que los blanqueamientos dentales ofrecen un buen resultado, pero por poco tiempo. Nuevamente la realidad destruye este mito, pues en algunos casos el efecto blanqueador se prolonga en el tiempo hasta por varios años.
Los falsos mitos del blanqueamiento dental están muy extendidos y generan mucha confusión entre el público general. Por ello, la recomendación básica en caso de replantearse un tratamiento de este tipo es consultar con una clínica profesional para que despeje todas las dudas.
Lucir unos dientes blancos ofrece un efecto similar al de la ortodoncia, mejorar el aspecto de la sonrisa. Con ello ganaremos en autoestima y podremos utilizar esta herramienta como arma para potenciar el estatus social y laboral.